martes, 26 de febrero de 2013

Domingo en Ikea

La idea de ir a Ikea no me sedujo mucho, la verdad, pero me armé de valor y enfoqué la jornada dominical como si de una prueba se tratara para enfrentarme a la fobia que padezco desde hace años.

A las 10:30 saludé a los compañeros y atravesé la zona de los sillones a toda velocidad. Después de recorrer 3 ó 4 kilómetros mirando al suelo y haciendo eses cogí un atajo para volver a salir a la zona de los sillones...¡Vuelvo a comenzar la partida! como en el juego de la oca. Me pasa siempre que vengo a este sitio y espero no ser el único.

Al fin llegué a la cafetería y pude dibujar. En la pancarta de enfrente leía “coge tu carro” (…y vete a casa echando leches pensaba yo) Pero al final vinieron mis compañeros y me tranquilicé. A las 13:00 decidimos ir a tomar una cervecita al bar de abajo (el colmado de las galletas de canela y los arenques) y de repente sin saber porqué me veo otra vez haciendo eses por la zona de los cacharros de cocina, los cuadros, las cortinas, las lámparas, y la madre que lo p… hasta que llegamos al colmado sueco.

Como podéis imaginar no he superado mi fobia, pero me consuelo sabiendo que jamás comí albóndigas.

ikea

miércoles, 20 de febrero de 2013

Sabor de barrio ////

Calle de Santa Isabel frente al Mercado de Antón Martín y el Cine Dore, que debe su nombre a las dos primeras notas musicales y no al ilustrador. Se escuchan taconeos y cante. Provienen de las ventanas de La escuela de flamenco Amor de Dios. Los sonidos, la mezcla de arquitectura y color, el trajín del mercado de Antón Martín y los puestos con sus mercancías expuestas a la calle, le confieren a este lugar un toque especial. Como dice la canción de Gato Pérez :

…Sabor de barrio, tesoro antiguo,
verso en la calle, músico loco.
Te queda el que era el swing vetusto:
tango, tango, milonga, candombe y rumba.
Si con el alma abierta
se deja hablar al cuerpo
en un idioma propio
que resulta familiar,
ruge desde dentro
el pulso de la sangre,
la rabia y el orgullo,
siglos de hambre…




Recomiendo escuchar la versión de Benjamin Escoriza – Sabor de Barrio

sábado, 16 de febrero de 2013

La envidia me empujó hacia la ventana ////

Mis colegas de cuadernos y lápices subían sus maravillosos dibujos de esta famosa esquina. Por  motivos ajenos a mi voluntad, no pude acompañarles en las quedadas. Así que tenía verdadera necesidad de subir a este sitio para dibujar. Puedo afirmar que la envidia me empujó hacia la ventana.


Por fin subí. Era viernes por la tarde y el lugar estaba abarrotado de gente fotografiándose con la ventana detrás. Me senté en la silla más cercana e intenté observar la fantástica vista trazando líneas mientras se enfriaba el té. El té se enfrió tanto que tuve que pedirme un gin tonic para acompañar. Tenía ganas de asesinar (con cariño) a los turistas tapa-vistas. ¡No se quitaban ni espantándolos!