martes, 4 de junio de 2013

Hotel Reina Victoria

A través de la verja se ve un tablao, entre olivos, higueras, palmeras y otras especies. Dos bailaoras taconean al compás de la guitarra flamenca. Los turistas están excitados disparando la escena botánico-flamenca. Algunos me fotografían también como si formara parte del bodegón turístico.
Los turistas vienen a Madrid a achicharrarse al sol, a ver la exposición de moda, a sufrir los sablazos de sus terrazas, a comprar souvenirs de toros, a beber sangría y engullir paellas de color amarillo cadmio, etc… En definitiva vienen a disfrutar de lo que ellos creen que debe ser Madrid y me parece bien.
Pero si me preguntaran, no tendría inconveniente en explicarles que estoy sentado en la floristería del Jardín del Angel, Huertas 2, dibujando el Hotel Reina Victoria y pensando en la habitación 220, intacta desde que la reservara Manolete. Podría contarles que esa pared del fondo de la floristería es la Iglesia de San Sebastián donde estaban domiciliadas entre otras, las cofradías de La Novena (Cómicos y gentes del teatro) y la de Belén (Arquitectos) ¡Estoy sentado justo donde estaba ubicado el antiguo Cementerio de los Cómicos! Podría contarles que en esta parroquia bautizaron a Luis Candelas y pasaron por su altar nada menos que Miguel de Cervantes, Lope de Vega y otros grandes. Aquí mismo Tediato desentierra a su amada según José Cadalso en sus Noches Lúgubres...

Hotel Reina Victoria